Aunque implica un gran esfuerzo y exige un gran sacrificio...
"Escritor se nace"
Marcela Predieri y Javier Chiabrando ofrecieron la charla "Verdades y Mentiras de los Talleres Literarios" coordinada por Rafael Oteriño, en el marco de la 5ª Feria del Libro, Mar del Plata Puerto de Cultura. Se debatieron acerca del aprendizaje de la escritura como arte, y la relación entre las dosis de talento y de trabajo necesarios para obtener buenos resultados en las labores literarias.
Marcela Predieri aparte de de ser directora de la revista artística y cultural "La Avispa", se desempeña como coordinadora de grupos de estudio y creación literaria, y talleres de escritura creativa.
Javier Chiabrando es músico y escritor, sus obras se caracterizan por el cruce de subgéneros, parte de la charla se baso en "Querer escribir, Poder escribir" libro de su autoría en que analiza las diferentes etapas del proceso de la escritura.
Ambos coincidieron en que hay muchas formas de transformarse en escritor, pero todas implican un gran esfuerzo, no se puede ser escritor sin antes ser lector. De todas formas Marcela Predieri afirmó que "escritor se nace" y que los talleres literarios son una especie de casting para descubrir a escritores. El eje central de la charla se baso en el trabajo y la dedicación como bases fundamentales para la formación.
"Se nace escritor y si hay talento podemos perfeccionar la técnica, los tiempos, aprender a corregir, guiar qué autores leer"
Marcela Predieri señaló que en los talleres "no creo que exista un maestro y un alumno, si un escritor que lleva un poquito más de tiempo en lo que es sentarse a escribir…" Otro punto fundamental en un taller literario es diferenciar en esa especie de casting a la persona que escribe de un escritor, la persona que escribe lo hace para sí mientras que el escritor escribe para otro. "Cuando uno toma conciencia del lector y que la responsabilidad de hacer un libro, no es sólo el gusto personal, entonces ahí es donde tenemos que separar la paja del trigo".
Chiabrando por su parte se refirió al taller literario como un ámbito donde se desarrolla una relación muy interesante en muchos sentidos, donde uno puede encontrar algunas herramientas que lo ayuden a escribir mejor, y advirtió que "no es un espacio en el que uno entra y sale transformado en escritor" pero si uno de los pasos en el camino de un aspirante a escritor , "en esa búsqueda la persona que quiere transformarse en escritor hará un recorte de su propio vocabulario y su imaginario, sobre el cual se moverá a partir del momento que se proponga ser escritor. Y ahí es donde empieza la etapa en lo que domina es el esfuerzo, el sacrificio. Transformarse en escritor exige un gran sacrificio".
La inspiración
La inspiración es un término que siempre ha acompañado a la creación artística, es una palabra histórica, objeto de ambiguas concepciones. Uno tiene que esperar un estado de precipitación emocional especial para empezar a escribir o se la produce trabajando?
Según Marcela Predieri existe un trabajo previo, un oficio, un tiempo, una dedicación, "Cuando la inspiración viene, viene. Pero la escritura, el libro completo, sea del género que sea, es fruto del trabajo no de la inspiración.
Javier Chiabrando por su parte explicó que si bien hay momentos mejores que otros para producir "no sé si existe la inspiración, si uno tendría que esperarla no avanzaría nunca". El asunto está en cuando uno supera el territorio de lo emocional y aparece el territorio donde el dominio de la técnica es lo esencial.
Ambos escritores destacaron la importancia de los talleres literarios coordinados por escritores en lugar de teóricos porque "las cosas que uno transmite al grupo son cosas que uno las aprende por haber lidiado con ellas, por haber luchado cuerpo a cuerpo, problemas propios de la escritura que no tiene nada que ver con la teoría". La teoría puede transformarse en una barrera infranqueable.
Un taller literario es un encuentro entre pares, donde la opinión del coordinador es una opinión más, no se trata del profesor o el coordinador que corrige los textos de los talleristas, sino de transmitir ciertas pautas, de inducir y orientar.
Para concluir afirmaron que al participar de un taller literario bien coordinado, las personas logran una mejor relación no sólo con la escritura sino también con la lectura y la literatura en su conjunto, y eso los transforma en personas más interesantes, que leen mejor, escriben mejor y hablan mejor.
Texto: Lucía D.
Fotografía: Néstor G.
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